CERÁMICA
DECORACIÓN
METAL: HIERRO
FORJADO y LATÓN
MUEBLE y EBANISTAS
VIDRIO
DISEÑO GRÁFICO
JOYERÍA
MODA
MOSAICO
TEXTIL
Autorizado por
"Grup
d'historia del Casal de Mataró"
Los
decisivos cambios en las tendencias artísticas vividos en Europa durante
el final del siglo XIX y primeros años del XX (ver Modernismo),
se extendió a todo tipo de artes (ver Arquitectura,
Escultura, Pintura,
Literatura, Música)
relacionados
o no con la arquitectura.
Las nuevas tendencias en el dibujo de líneas y formas que seguían las
de la naturaleza influyeron en todas las artes, primero en la
arquitectura y artes decorativas
pero posteriormente también en otras como la literatura y la música.
Como consecuencia de la explosión de nuevas actitudes ante el hecho
artístico, cualquier objeto de uso común evolucionará hacia un objeto
artístico frecuentemente construido con nuevos materiales: vidrio, cerámica,
hierro forjado, nuevas maderas de alta calidad, etc.
Los arquitectos de este periodo eran profesionales con enormes conocimientos y capacidades para desarrollar sus ideas basadas en el Modernismo. Para ellos, los edificios eran no únicamente las estructuras y los elementos arquitectónicos básicos, sino también todos los objetos decorativos creados durante el periodo modernista, a veces por ellos mismos. Este es el camino que siguieron Gaudí, Puig i Cadafalch, Domènech i Montaner y otros en Cataluña -por esta razón estos excepcionales arquitectos se clasifican no solo como a tales, sino también como decoradores y diseñadores de muebles, cerámicas, ornamentos textiles, etc.- como en otros países hicieron arquitectos como Guimard, Van de Velde, Victor Horta, Otto Wagner y otros.
La gran expansión del movimiento "Arts and Crafts" durante el siglo XIX tuvo su influencia en este proceso. Este desarrollo permitió la creación de una importante infraestructura de especialistas, artesanos, técnicos y artistas, lo que posibilitó la realización de cualquier tipo de objetos artísticos a veces con formas antes técnicamente imposibles. El papel de las Artes Decorativas fue esencial en el desarrollo del Modernismo en Cataluña y la colaboración entre artistas y artesanos impulsó esta evolución.
El movimiento
"Arts and Crafts" fue rápidamente asimilado y adaptado a las
necesidades de unas circunstancias nacionales distintas. El desarrollo
industrial, los nuevos valores sociales juntamente con la superación de la anterior
rigidez del eclecticismo fueron esenciales para el triunfo de las nuevas
ideas.
La artesanía Modernista catalana experimentó un fuerte crecimiento,
especialmente a partir de los trabajos de
Francesc Vidal i Jevellí (1848-1914), decorador, ebanista y fundidor, que
tuvo una gran actividad como decorador de interiores.
En
este proceso, el Taller del “Castell dels
Tres Dragons” (Ver primera foto al margen) que impulsó Lluís Domènech y
Montaner, fue una iniciativa pionera creada con el objetivo de recuperar
artes y procedimientos antiguos, para aplicarlos a la nueva arquitectura
modernista.
El Taller se creó a raíz de la Exposición Universal del 1888, el
acontecimiento más importante de la Barcelona de los últimos años del
siglo XIX. Una vez clausurada, empezó el derribo de los pabellones y
edificios de carácter temporal. Se conservaron algunos, como el
Café-Restaurante de Domènech y Montaner, denominado popularmente “Castell
dels Tres Dragons”.
Como el inmueble no estaba completamente acabado para la Exposición, el
Ayuntamiento encargó a Domènech de dirigir de nuevo las obras y
convertirlo en Museo de la Historia. Domènech aceptó el ofrecimiento y
para llevarlo a cabo, acabó la torre más alta, denominada Torre del
Homenaje, la decoración y realizó otras reformas de acondicionamiento. Un
planteamiento decisivo para el futuro del Modernismo, fue la instalación
de varios obradores en los que tuvieron una importante presencia artistas
como el escultor Eusebi Arnau, el vidriero Antoni Rigalt o el ceramista
Pau Pujol y Vila (de la fábrica Hijo de Jaime Pujol y Bausis), a los
cuales se sumaran arquitectos cómo Gallissà y Josep Puig i Cadafalch.
Todos ellos tenían interés en reencontrar los métodos que los antiguos
artesanos habían utilizado, para recuperarlos, adaptarlos y aplicarlos a
la arquitectura modernista que iniciaba su expansión. Los contactos entre
estos artistas y artesanos fueron muy provechosos, porque les permitían
intercambiar experiencias, discutir propuestas y dibujar modelos.
Desgraciadamente el Taller fue una experiencia de muy poca duración al
tenerse que instalar en los locales el Museo de la Historia.
Todos los conocimientos que esta iniciativa permitió acumular, están hoy
en día presentes en toda la geografía de Cataluña, en centenares de
edificios de arquitectos modernistas - Gaudí, Domènech i Montaner, Puig i
Cadafalch, Gallissà, Jujol, .... - que todavía presentan - en muchos casos
- un estado de conservación notable y una belleza que se inscribe en la
brillante historia del arte en Cataluña.
Las artes citadas a continuación se desarrollarán próximamente en páginas específicas
La
Cerámica
fue muy utilizada en el Modernismo. Esto no es extraño si tenemos en
cuenta que la cerámica se utilizaba tradicionalmente en Cataluña y Valencia
para el recubrimiento de superficies en la edificación.
Durante el Modernismo se utilizaron tres tipos básicos de
cerámica arquitectónica: la
típica baldosa, la cerámica moldeada con relieves y el
trencadís, que es una
decoración realizada con pequeñas piezas cerámicas rotas y por lo tanto
irregulares y de colores variados en función del proyecto decorativo.
Algunos importantes artesanos de la cerámica durante el Modernismo
fueron Pujol i Bausis, Hipolit Montseny y los hermanos Oliva. Los
diseños más interesantes son tal vez los que dibujó Josep Maria
Jujol.
La Decoración fue obviamente esencial en los acabados de los edificios modernistas y fue cuidadosamente tratada por los arquitectos conjuntamente con una gran cantidad de artesanos como Francesc Vidal, Joan Busquets y Gaspar Homar, que en realidad más que artesanos se pueden considerar también artistas. Una figura como Alexandre de Riquer, también desarrolló una importante tarea como decorador.
El Metal tuvo también una fuerte presencia en los edificios modernistas en elementos como las rejas, vallas, puertas, barandas construidas con hierro forjado por excelentes artesanos como Masriera i Campins y picaportes, tiradores, manubrios, etc. en bronce o latón.
Los
Muebles
y los Ebanistas que los construían también tuvieron un gran
protagonismo en la decoración interior de los edificios. El diseño de
muebles se basó en diferentes formas y materiales de gran calidad como
maderas nobles y textiles con dibujos que frecuentemente adoptaban la forma
del "coup de fouet" tan propio del modernismo, así como diseños
inspirados en la naturaleza.
Los diseñadores más importantes fueron Antoni
Gaudí, Josep Maria Jujol
y Domènech i Montaner y los artesanos más conocidos en esta especialidad Joan Busquets i
Jané, Gaspar Homar y Francesc Vidal i Jevellí. En un ámbito más
especializado también
Alexandre de Riquer destacó en esta especialidad.
Vidrio: La tecnología de los vidrieros catalanes se desarrolló extraordinariamente a consecuencia de los trabajos del arquitecto Joan Martorell i Montells, que fue el primero en recuperar el gótico catalán. Martorell trabajó conjuntamente con el vidriero Eudald Amigó para restaurar las vidrieras de las iglesias de Santa Maria del Mar y El Pí en Barcelona y construir las vidrieras del monasterio de las Salesas, el Paraninfo de la Universidad de Barcelona y otros. Las vidrieras modernistas incorporaron una amplia gama de colores y formas entre las que se puede citar el vidrio decorado, círculos, estrellas, serpentines y otros. Alexandre de Riquer hizo algunas aportaciones de interés.
El
Diseño
gráfico es una actividad que experimentó una enorme expansión
durante el Modernismo en diversas manifestaciones como
revistas
y libros, publicidad,
carteles,
ex-libris, etc.
Estas actividades se desarrollaron normalmente basándose en criterios
de alta calidad artística. Algunas de las figuras más representativas
de este arte fueron
Alexandre de Riquer, Ramón Casas y Apel.les Mestres
La Joyería fue muy importante en el Modernismo. Además de los trabajos llevados a cabo por joyeros como los hermanos Masriera, Cabot, Dionís Renart o Carreras, escultores como Eusebi Arnau y Pau Gargallo, arquitectos como Domènech i Montaner y Josep Maria Jujol y otros artistas como Alexandre Riquer colaboraron con los joyeros en el diseño de objetos personales y del ajuar doméstico como joyas, cuberterías, juegos de café y elementos litúrgicos como cálices, patenas y custodias.
La Moda refleja también los nuevos gustos impuestos por el Modernismo. Buscando a la vez una mayor libertad de movimiento para las mujeres, se eliminó el corsé y se estilizaron las líneas. La diseñadora de moda femenina más conocida fue Maria Molist.
El Mosaico: decorar superficies por medio de la introducción de pequeñas piezas de piedra, mármol, vidrio, cerámica, etc. fue una técnica muy utilizada durante el Modernismo. El dibujo lo hacían con frecuencia artistas como Josep Maria Jujol y Gaspar Homar y la realización la llevaban a cabo artesanos como Geroni Granell, Lluis Brú o Mario Maragliano.
Textil: El dibujo de elementos textiles como tapicerías, cortinas, estandartes, banderas, escudos de armas, etc. está representado por arquitectos como Puig i Cadafalch (estandarte de Ripoll), Antoni Maria Gallissà (estandarte del Orfeó Català) o diseñadores como Alexandre de Riquer (bandera de la Unió Catalanista).
