
Plano en planta de la Sagrada
Familia
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Descripción general:
El templo se puede considerar
dividido en los espacios siguientes:
Los espacios del templo:
que incluye la
Fachada de la Natividad, la
Fachada de la Pasión, la
Fachada de la Gloria con el Baptisterio
y la Capilla del Sacramento, la
Cripta, el
Ábside, los
Cimborios y los Obeliscos situados
en las cuatro esquinas del templo, los
Claustros, las
Sacristías, la
Capilla de la Asunción, el
Crucero y el Transepto,
las
Naves y los Coros y el
Presbiterio o Altar.
Los elementos constructivos del templo:
con las estructuras de sustentación
que incluyen las
Columnas y las
Bóvedas,
otros elementos como los
Ventanales,
los
Muros exteriores y las
Cubiertas.
También contiene obviamente mobiliario como
Bancos para los oficiantes, un Faldistorio, un Púlpito
portátil, Confesionarios, un Tenebrario, un Atril,
un candelabro para el Cirio Pascual y elementos litúrgicos y
decorativos como símbolos y guirnaldas, decoración de mosaico y pinturas en
las bóvedas y columnas con imágenes de santos y ángeles. El mobiliario
metálico es original, el de madera, que fue quemado en el año 1936, es
reconstruido.
La Sagrada Familia es un templo del tipo
basilical en forma de cruz latina en el que el eje central está ocupado
por cuatro naves laterales de 7'5 metros de anchura cada una y una nave
central de 15 metros de anchura, lo que hace un total de 45 metros.
La longitud total del templo, incluyendo la nave y el ábside es de 95
metros. El crucero esta formado por tres naves con una anchura total de 30
metros y una longitud de 60. Este crucero tiene dos salidas, una a la fachada
de la Natividad y la otra
a la
fachada de la Pasión.
La nave principal tiene salida a la
fachada de
la Gloria, la más importante
de todas y todavía sin construir, que será la entrada principal del templo
sita en la calle Mallorca. Estas fachadas tienen la misión de ilustrar de
una manera comprensible los misterios del nacimiento, pasión y resurrección
- gloria - de Jesucristo.
El ábside
es lobulado y está formato por siete capillas que en sus dos extremos tienen
una escalera poligonal y están dedicadas a los siete dolores y
bienaventuranzas de San José. El deambulatorio se desarrolla alrededor del
presbiterio.
El claustro,
al contrario de la ubicación tradicional a un lado del templo, rodea casi
completamente el templo y está concebido como un elemento de aislamiento del
exterior. En la zona central del ábside, el claustro estará dividido por la
capilla de la Asunción de la Virgen.
A cada lado, habrá una
sacristía.
A la izquierda de la
fachada principal (de la Gloria),
se edificará el
Baptisterio y
a la derecha la capilla de la Eucaristía y la Penitencia.
El proyecto prevé la construcción de doce campanarios (uno para cada
apóstol), cuatro más para los evangelistas, otro dedicado a la Virgen y
el más importante, de 170 m. de altura coronado con la típica cruz de
cuatro brazos de Gaudí, símbolo de Jesucristo. Estos campanarios de perfil
parabólico tienen en su interior unas escaleras helicoidales que rodean un
espacio donde se tienen que situar las campanas tubulares, que Gaudí estudió
durante años y que sonarán por aire comprimido y percusión (se prevé que
estas campanas sean de los últimos elementos a ser construidos).
Cada ventana, columna y elemento hace referencia a santos, instituciones o
misterios de la fe católica.
Actualmente transcurridos más de 100 años desde el inicio, los trabajos
siguen un ritmo de construcción que se ha acelerado considerablemente.
La única parte del templo edificada directamente por Gaudí es la que
comprende el ábside y la fachada del Nacimiento con sus cuatro campanarios,
de los que al morir el 1926 a la edad de 74 años atropellado por un tranvía,
sólo había podido completar la base sin los pináculos de tres de ellos y la
totalidad del de San Bernabé.
La polémica sobre la continuación de la obra a partir de 1952, se debió a la
falta de diseños originales que en buena parte fueron destruidos durante la
guerra civil (1936-1939) y afortunadamente ha sido ya totalmente superada,
actualmente se habla de la posibilidad, si los trabajos continúan al mismo
ritmo, de acabar las obras dentro de 20-25 años.
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